jueves, 20 de febrero de 2014

Soledad y Poesía


Ninfa / O. Moré ( Osvaldo Moreno) / CUBA
                                                     
                                                                              A José Lezama Lima


La soledad, lo dice el dicho, es mala consejera.
Mi soledad era una paloma torcaza
que no encontró su nido
y vino, como una niña triste,
a refugiar su gris en mi hombro.
El mundo me parecía una fresa
que cabía en mi mano
 (pequeña y llena de puntos como estrellas).
Pero yo estaba solo y distante
y el mundo, muy a mi pesar,
era un gigante infinito.
Entonces pensé en el agua discursiva del poeta,
y la paloma torcaza me aconsejó
seguir sus pasos:
La rara belleza de garza del verso.
Y les vi, a ambos, bañándose junto al paisaje.
El poeta sacó las serpientes de pasos breves,
de pasos evaporados y, en un santiamén,
mi torcaza, mi soledad gris y emplumada
fue engullida por la barroca bestia de su lengua.
 El poeta se extendió como un gato.

Pude sentir su maullar lisonjero.

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