Óleo de +Lola Rodríguez Fernández / Montcada i Reixac /Barcelona |
(Gracias, Loli, por tu generosidad al dejarme usar tu innegable talento pictórico)
UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS
Sé que acabaré perdiendo la batalla, mi cuerpo se convierte en historia, pero esa luz que se posa en la ventana y que, tímidamente, como un gorrión asustado, baja a comer de mi mano, me dice lo contrario.
Sé que esta desnudez de blandas carnes, de corazones mostrando sus arterías, de jadeos, de telúricas pasiones y de desayunos
en la cama, no es apta para cardiacos; y sé que tu desnudez sigue avivando
mis más "bajos instintos" ajena a mis sístoles y a mis diástoles.
Sé que a veces la rutina y el tedio atacan y acorralan en la trinchera a lo novedoso, a lo lúdico y a lo fantasioso; que tu fuerza es inversamente proporcional a mi debilidad y que, como lo polos opuestos del imán, nos atraemos.
Sé que a veces la rutina y el tedio atacan y acorralan en la trinchera a lo novedoso, a lo lúdico y a lo fantasioso; que tu fuerza es inversamente proporcional a mi debilidad y que, como lo polos opuestos del imán, nos atraemos.
Sé que el amor, según dicen los sabios poetas, las pitonisas, las cartománticas y hasta los ángeles, dura más allá de la muerte, sin embargo, yo sólo quiero amarte
en vida, a no ser que en la nada, en nuestro regreso al polvo, convertidos en
esas mínimas y atómicas partículas, podamos gozar del sexo y del deseo, o yo pueda disfrutar de la fugacidad de mi
beso en tu frente, de la insistencia de mis dedos entre tus rizos.
Sé que esta música que ahora desgarro, que ahora sentencio,
que ahora visto como una segunda piel, está en lucha continua con tus silencios,
con esos estados callados de ausencia según Benedetti, con esa estática de tu
pose en medio de la cocina.
Sé que vives para modelar cada día el barro, para cincelar
el mármol, para esculpir en alabastro estas ansias que nos unen, estas pieles
que nos funden, y lo sé por la sencilla razón de que yo muero por ello.
O. Moré.
O. Moré.
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