lunes, 3 de marzo de 2014

FLORA (de mi cuaderno Al Son de la Espinela)

Flora / René Portocarrero / Cuba

Flora / Rembrandt / Holanda



Estas décimas (o espinelas), son un pequeño homenaje a dos de mis artistas plásticos preferidos: el cubano René Portocarrero, quien hizo de Flora su marca de indentidad, y el gran pintor holandés Rembrandt, que la retrató con la más acertada de las delicadezas.

Flora

  Flora tiñendo el paisaje
rojo, azul, verde, violeta;
Flora, virgen y profeta
escapando en su carruaje.
Flora, abierta en el plumaje
de carne del limonero;
Flora besando el sendero
por donde Rembrandt camina.
Flora, abierta en cada esquina
del pincel (Portocarrero).

Flora, diosa en el poema
de algún iluso poeta;
Flora, llama en la maceta
cual un geranio que quema.
Flora en una estratagema
abriéndose los vestidos;
Flora, sexo en los latidos
del corazón de la tarde.
Flora, el aroma que arde
en los capullos dormidos.

y, por último, mi propia visión: Este dibujo lleva por título Selva, pero está inspirado en las célebres Floras de Portocarrero.





1 comentario:

  1. Querida Maga, te has convertido en mi más fiel seguidora, créeme cuando te digo que me halagan a sobremanera cada una de tus palabras. Siempre he sido muy locuaz a la hora de escribir, pero en el trato personal soy la mar de tímido. Estoy escribiendo y dibujando desde que tengo uso de razón y siempre me avergonzaba muchísimo mostrar mis "creaciones". Sólo mis familiares más allegados las veían. Tengo un tío poeta y pintor, él llenaba la casa de mi abuela de versos y me animaba mucho a escribir y dibujar. Todo lo que yo hacía le parecía la 8ª maravilla, pero yo era reacio a creerle, porque, en definitiva, era mi tío y yo pensaba que lo hacía para no desanimarme. Tomé conciencia de que de verdad creía en mí, cuando un buen día me llamó desde Miami, donde reside, para pedirme un poemario para editarlo en una separata de una revista literaria que él y otros poetas cubanos habían fundado. Así me di a conocer por primera vez, con el poemario Nocturno con alevosía, que estaba ilustrado con un dibujo mío y en él había un poco de todo mi quehacer: décimas, sonetos y poemas de versificación libre. Muchos de ellos están aquí, en este blog. Y este blog surgió gracias a la insistencia de mi Amigo Antonio, compañero de trabajo de mi mujer en el hospital. Cuando lo abrí, solo tenía dos lectores, él y mi Montse (mi musa, a la que están dedicados todos los poemas de amor) me era indiferente, porque quería seguir escribiendo de manera anónima. Hubo una temporada en que estuve alejado del blog, pero no de escribir ni de dibujar. Todo lo iba amontonado en carpetas y carpetas. Hay dos novelas empezadas e inconclusas y algún que otro relato, pero tampoco me importaba, porque quería disfrutar de mis hijos, de la casa. Ahora que ya son adolescentes y casi se valen por ellos mismos, he decidido retomar con ímpetu aquello que había quedado un poco olvidado. Por pura casualidad compartí la primera vez en Google +, para ver qué pasaba, y mira, aquí estoy, recibiendo la felicitación de gente tan estupenda y linda como tú. Ahora ya he cogido carrerilla y no creo que me paren, jajaja. Como imaginas no me llamo Ovidio Moré, es mi seudónimo para escribir, como lo era Osmome para dibujar. Hoy te he contestado desde el teléfono y ha salido a relucir mi verdadera identidad, no sé si lo habrás llegado a ver, me hizo muchísima gracia, porque era como si Superman se hubiera quitado el traje...jajajaja. Un abrazo enorme. Y perdona el discurso, recuerda, soy cubano, algo de Fidel Castro se me tenía que pegar.

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