Hoy, con este post, quiero rendir un pequeño, pero merecido homenaje, a una mujer perfilada por la pluma de Cortázar. Ella nos recibe en su palacio de color lila, para, entre ungüentos sanadores, versos, papiros, fábulas, conjuros y libros, cocinarnos, en una gran olla,
una poción a base de sentimientos puros, asombros, maravillas y unas dosis enormes de abrazucos, con los que elabora relatos y poemas para todos nosotros.
Querida Lucía, por todos esos halagos que siempre nos brindas y por tu apoyo incondicional. Va por ti, Maga
En el Rincón de La
Maga
la fábula brota lenta,
arde una vela y calienta
cuando el rey Sol ya se apaga.
El humo sube y divaga
desde el racial chocolate.
emociones, sentimientos…
Y luego a los cuatro vientos
esparce lo que allí
late.
Bajo su árbol frondoso
buena sombra nos cobija,
cada palabra se fija
en el tronco; y tembloroso,
un colibrí revoltoso
liba poemas y cuentos.
Atrapando los cimientos,
tatuados en la belleza,
el alma se queda presa
con tan mágicos momentos.
Qué dónde está ese rincón,
me pregunta un duende viejo.
Le presto mi catalejo,
mi astrolabio, mi ilusión…
Busque usted en su corazón,
le digo, y tenga cautela.
Le acerco la blanca vela
y todo el duende ilumino.
Lo ve, ahí tiene el camino
que llega a Villa Rayuela.
Mágico!Un abrazo, Ovidio!:)
ResponderEliminarQue bonito Lucia!, me estoy aficionando a la poesia con vosotros. Un beso
ResponderEliminarPura Magia la de las palabras de Ovidio y la de La Maga en Villa de Rayuela. Un abrazo para los dos.
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