Cabeza portátil con corazón pensante / técnica mixta: tempera, acrílico y tinta sobre cartulina/ O. Moré 2019 / CUBA |
Cansado
de la abrumadora cotidianidad me refugio en la covacha del inconsciente, es hora
de fabular, es hora soltar amarras y navegar en las ignotas regiones de lo ilusorio.
Me saco mi cabeza de hombre común y anodino y me enrosco, como una bombilla, mi
cabeza de repuesto, mi cabeza portátil con corazón pensante, sin cerebro, y me
encamino por la senda del surrealismo más primitivo sin hacer caso a la conciencia,
solamente guiado por el instinto y la pulsión que me trasfunde ese órgano sangrante
y sapiente. Es la hora de crear. La mano temblorosa traza líneas temblorosas,
la mano no sabe, pero inventa; la mano sigue el dictado de no se sabe qué
deidad. Trazos deformes, sin gracia, chambones, pero llenos del misterio de
allá, del otro lado del azogue. Y no me importan los defectos, lo sucio del
trabajo, la falta de técnica, sólo me importa el parto. La criatura va tomando
forma, sin sentido: a veces fea, a veces bella,
a veces malformada, pero es mi criatura, y nunca, pero nunca, renuncio a
ella por más defectos que tenga. En la imperfección también hay belleza cuando
la imperfección es pura, me digo y sigo acuarelando, grafitando; sigo creando,
que es gerundio. Sí, creo desde el corazón, no desde el cerebro; no soy
racional, sólo intuitivo, para bien y para mal. Así lo dejé escrito hace
tiempo:
Aquí les
presto, pero sólo un ratito, mi CABEZA PORTÁTIL CON CORAZÓN PENSANTE, acabadita de crear; hija de un antiguo parto,
el de un boceto que llevaba por nombre EL CORAZÓN EN LA CABEZA. Devuélvanmela,
sin ella soy la nada, el vacío.
O.
Moré / 2019 ®
Sos un capo, mi estimado. Lo tuyo es inasible igual que precioso.
ResponderEliminarUn abrazo y ahí lo comparto.
Ah, compa, mil gracias. Me alegro que te haya gustado tanto. Me halagas. Un abrazo fortísimo cargado de aché.
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