Centauro / Cosme Proenza / CUBA |
Cosme Proenza /Holguín 1948/ CUBA |
Los dioses se creen,
por dioses,
que nunca yerran y
dan
por bueno su tafetán,
y así lo gritan: a
voces.
Se petrifican en
poses
de mármol o de
alabastro,
y van dejando su
rastro
ególatra por doquier;
al vulgo no quieren
ver
así sea Zoroastro.
La verdad… ¿Tanto les
cuesta,
vestirse de piel
humana,
quitarse de buena
gana
el sayo que tanto
apesta?
O renunciar a la resta
(de una vez
multiplicar),
a Jesucristo imitar
con los panes y los
peces,
y no tratarnos cual
reses
a las que sacrificar.
Aquel que crece
endiosado
en su cuna de algodón,
y que nació con el
don
de ser un
privilegiado,
que recuerde que “El
Dorado”
igual que viene se va,
la vida le cambiará:
en vez de rosas,
espinas.
No valen las
aspirinas,
el dolor le durará.
Por eso, antes que
tarde,
ha de aprender la
lección,
porque si hay
revolución
no va a servirle el
alarde.
Luego, cual rata
cobarde,
querrá escapar de su
ruina:
de la cárcel (guillotina
de la ansiada
libertad).
Más vale, que en brevedad,
se vuelva “canela
fina”.
Yo no quiero ser
divino,
sólo quiero ser
persona,
ni quiero regia
corona
ni quiero nadar en
vino.
Quiero como el
campesino
tener la tierra y el
fruto,
no quiero rendir
tributo
a los dioses de la
altura,
ni quiero en mi sepultura
negras lágrimas de
luto.
O. Moré
Óleo de Cosme Proenza |
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