Soy sombra, lo sé. Soy y seré sombra, nunca luz, aunque brille de vez en cuando con un tímido reflejo: hora plata, hora oro, siempre seré sombra.
Y no es que quiera ser sol, estrella, fuego, no. Pero vivir en la oscuridad, aunque te acostumbras, no es sano, no es bueno. A veces necesitas lucir, resaltar…sólo un poco, un poquito. No hace falta encandilar ni cegar con fulminantes destellos, únicamente hacerte notar. Que sepan que eres humano, válido, sencillo, inteligente, creativo, sólo eso.
Nunca luz, y siempre sombra,
nunca laurel ni paloma,
nunca el destello se asoma
ni mi poema se nombra.
Tendido sobre la alfombra,
de tierra húmeda y fría,
espero paciente el día
que leve la luz se pose
sobre mi cuerpo y retoce
y destierre la apatía.
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