domingo, 17 de mayo de 2020

Muerto en el camino de la fe.




Muerto en el camino de la fe


A veces voy o vengo, y digo: ¿cuándo

he de llegar al  tigre de Bengala

y en su naranja fiero ser la bala,

la que zumba y después mata callando?


Yo que en la selva moría de ilusiones

y despertaba envuelto en realidades...

¿en qué lago de falsas vanidades

estoy nadando en pos de tiburones?


A veces voy y digo y grito y lloro,

no claudico ni venzo ni me atrapan,

sabiendo que las huestes me solapan 

y traen sus fantasmas donde moro.


Yo que llovía y era nube roja

de huracanes, ciclones y aguaceros,

y fui carne de nimbo los febreros

ahora soy llovizna que ni moja.


A veces soy pintura en una tela

y predico brochazos y actitudes

y creo haber llegado a latitudes

que otrora fueron versos de espinela.


Yo que en tumbas de grandes faraones

desenterré sapiencia y maestría

no he vuelto a ese lugar por la amnistía

y allí yacen mis credos y razones.


A veces me despierto y me retrato

en mi espejo del yo y el vituperio,

y siento que no valgo y que el remedio

es el mismo de Fausto, un vil contrato.

Yo que fui no soy ni ya seré...
Y en verdad  me importa ya un carajo

porque siempre acabo cuesta abajo
y muerto en el camino de la fe.


O. Moré ® 2020



2 comentarios:

  1. Si hay belleza anda por aquí, por dentro de estos versos. Versos que hacen el repaso de una vida, de las cosas que importan, porque siempre terminamos contando acerca de los mismo, de lo profundo, de la fe, de la muerte, del amor, del sentido de la vida. Ovidio, qué daría yo por ponerle esta música a lo que escribo, no digo a todo, solo a algunas líneas. Cómo me ha gustado lo que has escrito, amigo, sobre todo la cuarta estrofa me ha calado hasta los huesos. Qué placer leerte. Un abrazo.
    Ariel

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  2. Hola, Raúl, qué bueno saberte de nuevo por acá, escalando esta pirámide, este vez, a ritmo de versos.
    Seguramente, como muchos otros, soy un "escritor o poeta" que siempre, pero siempre, recala en los mismos temas, y lo hago desde el yo, pero (paradójicamente) con la vista puesta en el nosotros.
    Estas cuartetas van por esos derroteros.
    Agradecido de nuevo por tu visita; que todo el aché sea contigo. Abrazos.

    O. Moré.

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