miércoles, 14 de agosto de 2019

Tótem

Tótem / O. Moré 2019


Diseccionando el Tótem.


Se erige el tótem con su máscara metálica
y tanta ceguera le impide vislumbrar el futuro;
hace tiempo que está desconectado de todo y de todos,
hace tiempo que lleva la manzana en la cabeza
como un perenne hijo de Guillermo Tell
que no encuentra la manera de cambiar el cuento.
La palma es su ancla, y es la saeta que cada noche
su padre dispara sin piedad, allí,
donde el corazón es ya una caricatura de sí mismo,
aunque, aun así, sigue sangrando.
Ni deidad, ni animal, ni humano,
sólo objeto, sólo empírico tótem.
Y ahí sigue, derritiéndose
en su visceral tristeza,
en su atavismo de héroe y de mártir,
convirtiéndose en una sombra, en una nube oscura,
en un charco gris que se ramifica… ¿Quién sabe,
quizás en humo? La vida continúa
y el sigue varado como una efigie de antaño
acostumbrado a la erosión;
alimentando al pez de la desmemoria
mientras el pequeñísimo pez de la esperanza
le trasfunde la poca sangre que le queda.

O. Moré ® 2019


2 comentarios:

  1. Qué buen cierre, mi estimado, entre ese pez de la desmemoria y ese pez de la esperanza después de aquel inicio de ceguera para el futuro. Qué buen poema, querido, y qué belleza de dibujo. Un abrazo y ahí la seguimos.

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    1. Mil gracias, compa. Perdona la tardanza, estaba de viaje en Cuba y totalmente desconectado, recién regresé ayer. Me alegra que hayan sido de tu agrado tanto el texto como el dibujo. El abrazo es recíproco. Como bien dices: ahí la seguimos. Mucho aché, crack.

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