La felicidad alimentándose de la esperanza
Navega un pez mecánico en la espera,
atado a la pasión: órgano vivo;
navega un pez de cuerpo sensitivo
que vive agazapado en la quimera.
Navega un pez sin patria y sin bandera
que es dueño de otro ciclo evolutivo;
navega un pez que huyó de lo nocivo
en busca de una historia verdadera.
Navega un pez, tritón e ictio-humano,
en medio de su lúdico universo:
cibernético, onírico y arcano.
Navega un pez que iluso entinta el verso
y acuarela palabras con la mano
en un mar de metáforas inmerso.
Ese pez hoy se nutre de esperanza,
se nutre de la savia de la vida,
y al lógico empirismo se abalanza.
Ese pez bien lo sabe, la partida
le curtió las agallas de confianza
y le trajo a la tierra prometida.
Navega, clandestino y misterioso,
en las aguas de edenes imposibles,
se siente como un dios en las sensibles
arenas movedizas de lo hermoso.
Navega hacia el futuro en el acuoso
delirio de creer en presumibles
mareas y corrientes abatibles
que borran del pasado lo insidioso.
Navegando se nutre de esperanza
el pez que un día fue punta de lanza.
O. Moré ® 2021