I
Monólogo de un pez en diáspora.
¡Bienvenida la muerte, bienvenida
a mi cuerpo de nubio putrefacto,
bienvenida a esta escena, fin del acto,
bienvenida matrona, bienvenida!
¡Bienvenidas la sombra y su embestida
a esta noche inmoral, negra y sin pacto,
bienvenidas al punto de contacto
donde el mar vuelve a ser arma homicida!
No te temo, señora, no te temo,
ya viví una vida entre “soflamas”;
puedo irme con Caronte, dame el remo...
Yo ya estuve en el Hades, y en sus llamas
me forjé una coraza, no me quemo
ni en comedias, monólogos ni dramas.
O. Moré ® 2021
II
Discurso para el mismo pez con asonancias intersonetales.
El agua en la clepsidra es peligrosa,
el tiempo la envenena y la coarta,
y tienes que salir vivo de Esparta
a lomos de una balsa temblorosa.
La tierra prometida está borrosa,
apenas se le ve y ya te infarta;
al lado del timón la última carta
que madre te escribió triste y llorosa.
No sabes qué futuro a ti te espera;
la jungla del asfalto y los cristales
no tiene el buen color de la quimera.
Mas sabes que has fundido tus metales,
que el mundo en su trotar no admite espera
y es hora de forjar tus ideales.
O. Moré ® 2021
III
El llamado de Dios
Que vengan hacia mí los iletrados,
los tontos del redil, los aguafiestas,
que vengan las fulanas manifiestas
del sexo interracial y los pecados.
Que vengan los idiotas contumaces,
las vírgenes del vicio y la lujuria,
los perros apestados, la penuria,
los frikis del montón con sus disfraces.
Que vengan los borrachos de poemas,
los tímidos, los zurdos, los tunantes,
los falta del moral con sus dilemas,
que soy Dios en un circo itinerante
y les quiero curar llagas y eccemas
con mis versos de bardo tolerante.
O. Moré ® 2021
IV
Interrogatorio con supresión del es
Cuál el agua que mueve los molinos,
cuál el viento que agita las veletas,
cuál el gas que expelen los cometas,
cuál la piedra que corta los caminos.
Cuál el fuego que quema los destinos,
cuál el polvo que cubre viejas metas,
cuál la tinta de negras historietas,
cuál la tierra de ilusos peregrinos.
Cuál la savia de árboles del mal,
cuál el lodo de inútiles pantanos,
cuál la arena que cae hasta el final.
Cuál el vidrio de espejos inhumanos,
cuál la sangre del último mortal,
cuál el cielo de ateos y paganos.
O. Moré ® 2021
V
Antropofagia del Fauno
A veces me camuflo entre la hierba
como un fauno ridículo y dolido
mas otras soy un légamo de olvido,
inocente que en barro se preserva.
A veces la jauría me destroza
y quedo a la merced del ojo humano
y apenas puedo ser indio cubano
siendo carne de fauno pesarosa.
Otras veces, antropófago del yo,
me devoro a mí mismo lentamente
sin saber qué poema me mató.
Y luego, cuando el sol muere silente,
germino donde el verso me enterró
trastocado en poeta displicente.
O. Moré ® 2021
VI
Dime, poeta
¿En qué lago de oscuras soledades
hundiste tu cabeza de Mercurio
y en qué muros de místicas ciudades
mataste el revival y el buen augurio?
¿En qué mares dejaste las verdades,
en qué puerto, qué dársena o tugurio?
¿Dónde han ido el valor y sus bondades;
por qué hay en tu versar un viso espurio?
¿Poeta, dime cuándo y dime dónde
la pulsión se te escapó inapetente…?
¿Si en la gruta de Sócrates se esconde?
¿A qué cielo de negro decadente
echaste tú a volar el verso, a dónde,
jugando a ser un mártir combatiente?
O. Moré ® 2021
VII
Ausencia.
La casa está vacía, tu presencia
se ha ido a deambular a otro universo,
y mudo me he quedado, no converso,
la afasia me tortura con violencia.
Acudo a la canción con la inocencia
de un chaval que adolece, algo perverso.
No logro exorcizar ni un sólo verso,
me hundo en un abismo de impotencia.
Te escribo en la pared letras extrañas,
signos raros y símbolos fugaces
en una surrealista telaraña.
Luego acudo a mi armario de disfraces,
me visto de Neruda, él me acompaña,
a ver si al fin te encuentro entre mis frases.
O. Moré ® 2021
Las ilusiones perdidas…
Perdida la razón, ganado el canto,
mi cuerpo se debate misterioso
y juega a ser versado y melodioso
en una partitura hecha de llanto.
Perdida la memoria, yo entre tanto
dibujo fantasías y ominoso
me entierro en una cárcel, lujurioso,
con diosas que me envuelven es su manto.
La vida me ha cambiado, no hay espera,
el tiempo se ha burlado en mis espejos
jugando a que fui un trozo de quimera.
Hoy sé que ya extravié los catalejos,
que muero en este mar negro pantera
consciente que he perdido los reflejos.
O. Moré ® 2021
Llamado a filas
Venid hermanos locos, vestid de calaveras,
sacad vuestros disfraces de duendes sin derrotas,
salid a la calzada para retar a idiotas
y asesinar a versos a todos los horteras.
Venid con un soneto o décima o romance,
cubriros la pechera al detonar las minas,
armaros con bazucas o con las golondrinas
de Bécquer y disparen a corto y largo alcance.
Sacad de vuestro fuero el genio necesario,
alzad bien la cabeza y rimen a destajo,
y empuñen bien el rifle de nuestro abecedario.
Ganemos la batalla, cortemos el badajo
a tanto cursi absurdo en este “animalario”,
mandémosles ¡Joder! a casa del carajo.
O. Moré ® 2021
Juego de sombras eufónico
(sonetillo)
Sombra larga del ciprés,
alargada sombra larga,
sombra que inhibe mi adarga
sombra antigua del después.
Asombrado. Sombra es
mi sombra que es dura carga.
Carga la sombra la amarga
melodía de mi estrés.
La sombra tiñe mi pecho,
y apechugo tanta sombra
sombreado cual un desecho.
La sombra absurda me nombra
imagen gris del acecho
cuando la vida me asombra.
O. Moré ® 2021