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domingo, 26 de noviembre de 2017

Soliloquio con sombra


René Magritte (1898-1967) La reproduction interdite  / Francia





Soliloquio con sombra.

Mi sombra es mi pasado, mi pasado es mi acervo, mi acervo es el mito.
Mi sombra fue niño, fue  joven y ahora es hombre adulto.
Mi sombra es mi palabra, mi pasión, mi arrebato, mi locura, mis vivencias,
mi  fabulación, mi viaje desde y hacia la semilla.

Yo Mismito.

La sombra es un pedazo que se aleja
camino de otras playas

Vicente Huidobro

La forma cambiante de mi sombra
un indio al acecho durante la eternidad

Guillaume Apollinaire

Fenosa y su sombra
se acercan y se esposan
en un único movimiento
en lo mejor del mundo.

Paul Eluard



Tenías el ojo
y en el ojo el iris
y en el iris la semilla:
imagen refractada:
el orden y el caos.

Tenías el ojo
y sobre el ojo la ceja
(arco de triunfo),
y tenías la luz, mi luz,
y en la luz la semilla:
agua y rompiente.

Tenías el ojo
y todo lo veías,
como si el oráculo poseyera
tu pulsión y tu instinto…
Y luego el fulgor…
Y eternamente  la semilla.

Yo no, yo siempre  estuve ciego.

Tenías el oído,
la espiral del oído,
la vastedad sonora:
acústica y silencio.
Tenías la música y la rama,
la rama dorada,1
la del dios cazador en su bosque,
amante de Artemisa.

Tenías el oído,
y en el oído la rama
y en la rama los cantos
y en los cantos el oro espeso
y en el oro
la calma y la furia.

Tenías el oído
y Bretón lo sabía,
y Hopper os dibujó
en esa tranquilidad inquietante,
desnudas,
a la tranquilidad y a ti,
completamente insonoras,
pero, aún así, tú tenías el oído.

Sin embargo, yo siempre estuve sordo.

Tenías la voz
y en la voz la rama y la semilla,
el verbum adventicio
que, desde el logos,
paría la palabra…
Y la alegoría se sentaba a ras del espejo
como un hermético signo
de la noche.

Tenías la voz,
la de los cristales,
la del susurro y el estruendo,
y sigilosa te acostabas
tras de mí gritando
tu negrura
en  asombroso brillante,
en mágico realismo
del ser y de la nada
en otros macondos,
en otros naranjos,
pero tenías la voz,
la voz de las cosechas
y de la semilla,
de la rama dorada y del origen…

Sin embargo, yo siempre estuve mudo.

Y hoy, que  vas por delante de mí
siendo carne de mí,
intangible carne de mí,
y tu semilla es mi espada,
y que yo soy la sombra de mi sombra,
o sea, de ti,
un reflejo que Narciso odiaría,
un mito desmitificado
que unge sus manos
con mieles de Atabey2;
hoy, que ya no soy Odiseo,
que soy Hamao3 hijo de Huión4:
hijo de Huión que en su sombra se queda,
me mira Maroya5, Maroya me mira
y tú estás allí, adelantada
en la argenta que me perfila
y me sostiene en la penumbra
sin hacerme brillar.

Y ahora que cemí soy,
aunque roto cemí de barro,
que me he olvidado de la mariposa azul,
y amo, más que nunca,
a la bella Aipiri6, la tatagua,
el monte no es monte,
y Baiguana7 no despierta de la piedra,
y yo fenezco a su lado
híbrido y etéreo.

Y ahora , sombra mía, que eres tú
quien lleva la batuta,
que a ti me debo y me ato,
sólo a ti y a tu hoguera,
porque en ti me quemo vivo
como un Hatuey8
de verbos imposibles,
los peces mueren bajo mi  canoa
y el Yumirí9 se desangra en turbias aguas.

Y ahora, sombra,
sombra del ayer y del mañana,
justo ahora que he vuelto,
que quiero ser de nuevo el indio,
no logro encontrar tu epifanía
y aún como un ciervo del pasado
me mantengo ciego, sordo y mudo.

Ahora, justo ahora, sombra de mi sombra,
sombra sigo.

O. Moré
2017




(1)     La rama dorada, libro sobre los mitos universales, escrito por  James George Frazer.
(2)     Diosa madre en la mitología taina.
(3)     El primer hombre según el mito taino.
(4)     El sol según el mito taino.
(5)     La luna según el mito taino.
(6)     Muchacha taina que, según el mito, debido a su liviandad y el abandono de sus hijos, fue convertida en la mariposa nocturna llamada Tatagua o Bruja.
(7)     Muchacha taina que fue convertida en montaña, el llamado hoy: Pan de Matanzas.
(8)     Cacique taino rebelde quemado vivo en la hoguera por la iglesia católica.
(9)     Río de la provincia de Matanzas.


















domingo, 19 de noviembre de 2017

En Artefacto Roig



A propósito de la expo conjunta de Ana Novella y Ángel Alonso.

La Sala Roig, de la mano del Colectivo Artefacto Roig, los  pasados días 3, 4 y 5, hizo suyo, colgándolo de sus paredes, el talento pictórico de dos artistas que admiro: Ana Novella y Ángel Alonso. La una, barcelonesa, el otro, habanero.  Dos visiones completamente distintas, dos extremos, podríamos decir, diametralmente opuestos, pues Ana discursa desde la invención y Ángel desde la realidad; la obra de Ana suele ser profusa en elementos y personajes y la de Ángel suele ser sobria, generalmente protagonizada por una sola figura; Ana es intuitiva; Ángel es racional. Pero, a pesar de ello, y de que cada uno tiene su estilo claramente definido e identificable, la simbiosis entre estas dos “Aes” fue perfecta. Quizás la culpable de tal milagro fue la pincelada de evocaciones expresionistas de la que ambos son deudores.

A Ángel Alonso lo entrevisté para este blog hace algún tiempo, por lo que hoy les dejaré una breve apreciación sobre la obra de Ana Novella y me centraré en otros pormenores de  la exposición, no obstante, aquí dejo el enlace de aquella entrevista con Ángel, para todo aquel que quiera conocer a este excelente artista cubano.Entrevistando-al-pintor-cubano-Ángel Alonso

Ana Novella

Cuando me enfrento a un cuadro de Ana Novella siento la misma fascinación que cuando leo a Gabriel García Márquez, a Onelio Jorge Cardoso o a Lydia Cabrera, porque Ana es una cuenta cuentos magnífica, sólo que, en vez de palabras, tinta y papel, utiliza lienzos y pinceles. Absorto quedo ante la historia representada, ante la metáfora plena de magia y de belleza. Los cuadros de Ana son puro, o pura, patakín. En sus lienzos y dibujos la fantasía se desborda y atrapa todo el cuadro. Su mano pareciera haber sido víctima del horror vacui, ya que no deja resquicio del lienzo sin pintar. Ana utiliza, para ello, una variadísima paleta cromática y en este caleidoscopio subyugante, las figuras danzan ingrávidas, a veces de manera centrípeta y otras veces de manera centrífuga, o, simplemente, sin orden ni concierto, pero en perfecta armonía compositiva, para, desde la fabulación, articular una imagen poética, onírica, fantástica, de múltiples lecturas.  Caballeros, hadas, delfines, gatos, quelonios, enamorados, castillos, etc., se alzan ante nuestros ojos para provocar el asombro, o, como decía aquella canción de Silvio Rodríguez: engendrar la maravilla. Hay mucha ternura en su hacer, sus personajes tienen ese aire de ilustración de libro de cuentos infantil que acentúan esa sensación. Su pincelada no busca la precisión realista, es espontánea, emocional, rica, llena de matices, dándole a su figuración ese encantamiento, esa ternura a la que me refería antes, la que te mantiene allí, obnubilado ante tanto derroche fabulador y cromático.


 Encontramos, en algunas de sus composiciones, ciertas reminiscencias a Marc Chagall, sobre todo por esos personajes que gravitan negando todas las leyes de la física,  y otras veces, algún que otro cuadro, me recuerda los dibujos de Pieter Brueghel el viejo; o al Bosco del Jardín de las delicias y el Carro de heno (por citar dos ejemplos), pero no desde la mímesis, porque nada tienen que ver el estilo ni los temas de Ana con el de estos otros artistas citados (aunque lo fantasioso y lo irreal, les unen) sino por la profusión de elementos y personajes.
Ana Novella y un servidor
Con Ana, hablando de Mendive.

La obra de Ana me recuerda, también, (salvando las distancias, la diferencia de estilos y los temas, tal como acotaba antes), a mi coterráneo  Manuel Mendive (así se lo hice saber a la propia artista). El paralelismo entre Ana  y  Mendive se me antoja porque ambos crean universos en los que las figuras, casi siempre fabulosas o míticas, en el caso de Ana, o de carácter folclórico religioso (deidades del panteón yoruba), en el caso de Mendive, tienen dependencias las unas de las otras al mismo tiempo que crean un vínculo con los elementos de la naturaleza, ya sean de origen animal o vegetal, y esta interrelación es también una de las claves para ir desentrañando los misterios emocionales del cuadro.

 No soy crítico de arte, ni pretendo serlo, mis conocimientos son muy limitados, pero esto no me desautoriza para verter mi criterio sobre la obra de un artista, partiendo, únicamente, de mi percepción ante dicha obra y de los sentimientos que ella me provoca. Cada espectador, lo he repetido muchas veces, tiene el derecho de interpretar  a su manera lo que está visionando, sacar sus propias conclusiones y lecturas, y estas son tan válidas como las que haya podido pretender exponer el propio  artista, porque, en resumidas cuentas, todo tiene que ver con la subjetividad y con el gusto y, hasta diría, con el acervo cultural de cada cual. Así que, partiendo de esta premisa, me he atrevido a dar mi opinión, que bien podría estar completamente errada, pero esto último carece de importancia por completo, porque, como bien decía E. H. Gombrich: El secreto del artista es que realice su obra tan superlativamente bien que todos olvidemos preguntar qué significa, para admirar tan sólo su modo de realizarla. Y Ana, es una artista monumental que emociona con su hacer, con su técnica, que no necesitamos desentrañar nada, porque su magia por sí misma ya nos arroba.

Ana Novella nació en Barcelona en 1968. Estudió técnicas de pintura en la Llotja de Barcelona y completó sus estudios en Londres. Ha expuesto casi por todo el mundo: Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Bélgica, Italia, Japón, Holanda, la India, México, etc. Y en España lo ha hecho en Madrid, Barcelona, Bilbao, Manresa, Sant Boi, Salou, Cadaqués, Mollet, Calaf, etc.

Ascención

Aquí les dejo un poquito más del quehacer pictórico de Ana Novella.

Matriz















Opuestos y complementarios
Pensamientos de un guerrero medieval























Verema

Dancing





Un mundo de rosas
Universo fantástico 1






















Barcelona

Mas información sobre esta artista en http://www.ananovella.com/



Artefacto Roig 
(según sus propias palabras)

El colectivo nace del encuentro de artistas de distinta procedencia e ideología y construyen un cruce de debate, reflexión y comunicación con una gran receptividad hacia las diferentes aportaciones culturales. El resultado de esta dialéctica nos acerca, tanto formal como conceptualmente a nuestro objetivo: convertirse en un punto de encuentro de ideas, en un centro de diálogo y creación artística permanente. Queremos ser un espacio abierto al público para la difusión del arte contemporáneo, entendiendo por arte contemporáneo todas las manifestaciones procedentes de los diferentes ámbitos de la cultura.

Laia Valiente, Anxo Baranga y Juame Muelas, son los artífices de este interesante proyecto en el Ateneo Roig, y fueron ellos los encargados de poner en marcha la maquinaria para esta exposición que sólo duró el fin de semana. Artefacto (arte / facto) le da la oportunidad a artistas, ya sea con una reconocidísima carrera, como son el caso de Ana y de Ángel, o  a artistas noveles, de mostrar su trabajo, tal si de una exposición itinerante se tratara. Otras de las características y objetivos que sus responsables se han propuesto, es el contacto de tú a tú entre el espectador y el artista, es por ello que el público puede departir, al segundo día, en animado coloquio, con los creadores. Oportunidad, por supuesto, que un servidor no quiso perderse. Alrededor de una pequeña mesa redonda, como los caballeros de Camelot, nos sentamos a hablar de arte y el tiempo pasó volando. Se habló de los objetivos de Artefacto, de la obra de los dos artistas que exponían, del expresionismo, del surrealismo, de Duchamp, de Dalí,  de Cuba, de pintores cubanos, de otras exposiciones, de cine, de política, etc. En fin, de todo, como en botica. Luego, los cuatro cubanos que habíamos, nos fuimos a comer juntos y, entre bocado y bocado, la plática sobre arte y, también, sobre política, monopolizó la comida y la sobremesa, todo ello en un agradable restaurante sirio. Para muestra, unos botones en imágenes.  
Más información sobre este colectivo en:

http://lasaladelroig.blogspot.com.es/2017/02/colectivo-artefacto.html

https://www.facebook.com/search/top/?q=artefacto%20roig




La bailarina Danay Hevia, Anxo Baranga, Ángel Alonso, Jaume Muelas y yo


Ángel habla de Marcel Duchamp

Ana novella y el pintor Daniel Berdala

 Los artistas Ángel Alonso, Danay Hevia, Pablo Quert y un servidor.

La Expo 
(reportaje fotográfico)







































O. Moré
2017